Por Carlos Vilchez Navamuel
En un artículo anterior comentamos entre otras cosas que “Las historias sobre personas que mantuvieron contactos con entidades y objetos “llegados del cielo” son incontables, las interpretaciones de los humanos con estas experiencias son variadas y persisten en el tiempo”. Todas -decían- tenían que ver con cosas angelicales, diabólicas o de dioses.
Con el pasar del tiempo, estas experiencias continuaron repitiéndose, las interpretaciones eran las mismas pero a finales de siglo XIX y principios del siglo XX todo cambió, algunos escritores como Charles Fort,y Orson Wells empezaron hablar sobre seres de otros mundos sin relacionarlo con cosas religiosas, años después apareció un hombre llamado George Adamnski que afirmó estar en contacto con seres extraterrestres que venían en unos aparatos que denominó en ese momento platillos volantes.
El sitio La Exuberancia de Hades nos explica que “George Adamski (1891-1965) fue un ciudadano estadounidense nacido en Polonia que llegó a ser ampliamente conocido en círculos ufológicos de todo el mundo, alcanzó gran popularidad gracias a diversas fotografías de supuestos OVNIS que había realizado y por asegurar que mantenía un contacto fluido con un tipo extraterrestres denominados los “nórdicos“, a los que trataba como a sus amigos y que según su propio testimonio, le habrían permitido volar dentro de sus naves espaciales. Se le considera a su vez el primero de los contactados de la década de 1950, además de filósofo, maestro, estudiante e investigador de platillos volantes, no sin tener un gran número de detractores y críticos. Adamski era un gran aficionado a la astronomía y disponía de dos telescopios en el Monte Palomar, uno de 16 y otro de 6 pulgadas”.
La misma fuente añade que “El 9 de octubre de 1946, durante una lluvia de meteoros, Adamski y algunos amigos afirmaron que mientras estaban en el campamento Palomar Gardens, fueron testigos de la aparición de una gran nave nodriza con forma de cigarro. En 1947, Adamski tomó una fotografía mientras el OVNI (a la que denominó como “nave madre”) cruzaba por delante de la Luna. El 29 de mayo de 1950, Adamski tomó una fotografía de lo que él supone que eran seis objetos no identificados en el cielo, los cuales parecían estar volando en formación”.
Más adelante este sitio explica “El 20 de noviembre de 1952, George Adamski y varios amigos estando en Colorado Desert cerca de la ciudad de Desert Center (California), observaron un gran objeto en forma de submarino flotando en el cielo y convencidos de que era un OVNI, fueron en su busca. Según cuenta el propio Adamski, una nave exploradora hecha de un tipo translúcido de metal aterrizó cerca de él, y su piloto, un venusiano llamado Orthon, desembarcó del OVNI y lo buscó a él. https://laexuberanciadehades.wordpress.com/2013/05/15/george-adamski-contactado/
Otro sitio (ovniweb) explica como Adamski describió aquella experiencia con Orthon “Era un hombre de cabellos largos y dorados -dijo-, vestido con un conjunto oscuro, semejante a un traje de esquiador sin costuras. Llevaba botas cortas que dejaban en el suelo extrañas huellas. Su rostro de rara belleza, casi femenino, reflejaba intenso amor y sabiduría. Sus ojos eran azules y almendrados y los pómulos algo salientes. Debía de medir aproximadamente 1,80 metros y pesaría alrededor de 60 kilos. Nos comunicamos por medio de gestos e inducción mental. El desconocido trazó varios círculos en el suelo -las órbitas de los planetas-, por lo que creí entender que provenía de Venus, al indicarme la órbita correspondiente al segundo planeta y luego señalarse asimismo”.
Adamski tuvo la impresión de que ellos se hallaban preocupados por las experiencias atómicas de la Tierra… El venusino hablaba de vez en cuando en una lengua muy parecida al chino, y, a pesar de su insistencia, se negó a ser fotografiado. Al intentar aproximarse al "platillo", posado algunos metros más adelante, experimentó un poderoso tirón en el brazo izquierdo. Entonces el extraño señaló las marcas que su calzado dejaba en el suelo, como si estas fuesen algo importante. Después el doctor Williamson saco vaciados en yeso de aquellas huellas”.
Sobre la nave dijo “El objeto era un artefacto más semejante a una campana que a un disco propiamente dicho. Parecía construido con un material brillante, translúcido, pero diferente al vidrio. Reflejaba los rayos como un brillante ahumado y se hallaba flotando a unos 50 centímetros del suelo. La cúpula era oscura y estaba coronada por una semiesfera que aparece en las fotos, tiene una cierta forma de anilla. "Las portillas- expresó Adamski- eran de un material bastante transparente y llegué a ver otro hermoso semblante a través de una de ellas, muy parecido a mí interlocutor. Este me advirtió que no me aproximase mucho al aparato. Yo desobedecí y cuando acerqué más el hombro derecho hacia la superficie del disco, mi brazo fue lanzado contra mi cuerpo con terrible fuerza”.
Adamski le preguntó si podría entrar en la nave, y el extranjero le hizo comprender que algún día eso sería posible. Además, y siempre con mucha dificultad, el hombre de Venus contestó a las numerosas preguntas de Adamski. Afirmó que hay humanidades en todos los planetas, y que la forma humana es universal, aunque con diferencia de estatura, complexión, estado de materia y razas. "Ha habido -dijo el venusino- muchos aterrizajes anteriores de gente de otros mundos y habrá muchos más."
Cuando el disco se elevó, el privilegiado protagonista notó que dos anillos de la parte inferior se movían en una dirección, mientras otros dos giraban en sentido contrario. Observó además que, bajo el aparato estaba dispuesto, como tren de aterrizaje un trípode constituido por tres esferas metálicas. Luego el objeto ascendió lentamente y se fue perdiendo en el espacio.
La misma fuente añade, “si, el contacto con un extraterrestre se había producido. Cuando se alejó la nave, debieron pasar varios minutos hasta salir de su asombro. Adamski quedó sorprendido, anonadado, una vez que reaccionó, regresó al campamento -16 kilómetros de Parker, Arizona-, donde lo aguardaban sus amigos. Junto con ellos denunció lo acontecido a las autoridades y la prensa. De inmediato ratificaron su versión ante escribano público, desatando una ola de rechazo e incredulidad en el mundo entero. Las autoridades no se molestaron siquiera en desmentir el presunto suceso, y los servicios de seguridad escucharon el relato con evidente resignación. Sin embargo, la historia de este hombre singular, burlado por las autoridades, tuvo nuevas derivaciones”.
El mismo sitio explica que “Tiempo después, la historia de Adamski adquirió ribetes que la tornaron decididamente inverosímil. El "contact-men" afirmó haber tenido contactos -nueve en total- con seres alienígenas, e incluso relató cómo fue transportado dos veces al espacio exterior por sus amigos extraterrestres. A comienzos de 1959 se produjo un escándalo en Holanda, cuando la reina Juliana, entusiasta de los "platillos volantes", le concedió una audiencia especial para escuchar sus relatos. A la misma asistieron el príncipe Bernardo y dos asesores científicos, que acosaron al supuesto viajero con preguntas técnicas que no pudo contestar. Los ecos de la desusada entrevista llegaron al Parlamento y el confundido profeta debió abandonar el país. Pero la estrella de Adamski no se había eclipsado totalmente.
También dice que “de viaje a Dinamarca, en 1963, invitado por el mayor H. C. Petersen, de la Real Fuerza Aérea Danesa, un supuesto ser extraterrestre le habría entregado un paquete sellado con destino al papa Juan XXIII. Adamski obró de acuerdo a las instrucciones. Días después ante su sorpresa fue citado por el Santo Padre y recibió de sus manos en señal de agradecimiento, la medalla del Vaticano. Por otra parte, y esto no deja de ser sorprendente, a su muerte fue inhumado en el cementerio de Arlington, por cuenta del Estado norteamericano. Al respecto nadie ha podido discernir cuales fueron los actos relevantes efectuados en vida por George Adamski para merecer ese póstumo reconocimiento. Sin embargo, no cabe duda de que estos dos actos no alcanzaron a retribuir el trabajo perseverante y estudioso que llevó a cabo. De todas maneras, es el reconocimiento al investigador, también maestro de escuelas de adultos, que conmovió la opinión mundial en su encuentro con un ser extraterrestre”. http://ovniweb.freeservers.com/Adamski.html
En un artículo anterior comentamos entre otras cosas que “Las historias sobre personas que mantuvieron contactos con entidades y objetos “llegados del cielo” son incontables, las interpretaciones de los humanos con estas experiencias son variadas y persisten en el tiempo”. Todas -decían- tenían que ver con cosas angelicales, diabólicas o de dioses.
Con el pasar del tiempo, estas experiencias continuaron repitiéndose, las interpretaciones eran las mismas pero a finales de siglo XIX y principios del siglo XX todo cambió, algunos escritores como Charles Fort,y Orson Wells empezaron hablar sobre seres de otros mundos sin relacionarlo con cosas religiosas, años después apareció un hombre llamado George Adamnski que afirmó estar en contacto con seres extraterrestres que venían en unos aparatos que denominó en ese momento platillos volantes.
El sitio La Exuberancia de Hades nos explica que “George Adamski (1891-1965) fue un ciudadano estadounidense nacido en Polonia que llegó a ser ampliamente conocido en círculos ufológicos de todo el mundo, alcanzó gran popularidad gracias a diversas fotografías de supuestos OVNIS que había realizado y por asegurar que mantenía un contacto fluido con un tipo extraterrestres denominados los “nórdicos“, a los que trataba como a sus amigos y que según su propio testimonio, le habrían permitido volar dentro de sus naves espaciales. Se le considera a su vez el primero de los contactados de la década de 1950, además de filósofo, maestro, estudiante e investigador de platillos volantes, no sin tener un gran número de detractores y críticos. Adamski era un gran aficionado a la astronomía y disponía de dos telescopios en el Monte Palomar, uno de 16 y otro de 6 pulgadas”.
La misma fuente añade que “El 9 de octubre de 1946, durante una lluvia de meteoros, Adamski y algunos amigos afirmaron que mientras estaban en el campamento Palomar Gardens, fueron testigos de la aparición de una gran nave nodriza con forma de cigarro. En 1947, Adamski tomó una fotografía mientras el OVNI (a la que denominó como “nave madre”) cruzaba por delante de la Luna. El 29 de mayo de 1950, Adamski tomó una fotografía de lo que él supone que eran seis objetos no identificados en el cielo, los cuales parecían estar volando en formación”.
Más adelante este sitio explica “El 20 de noviembre de 1952, George Adamski y varios amigos estando en Colorado Desert cerca de la ciudad de Desert Center (California), observaron un gran objeto en forma de submarino flotando en el cielo y convencidos de que era un OVNI, fueron en su busca. Según cuenta el propio Adamski, una nave exploradora hecha de un tipo translúcido de metal aterrizó cerca de él, y su piloto, un venusiano llamado Orthon, desembarcó del OVNI y lo buscó a él. https://laexuberanciadehades.wordpress.com/2013/05/15/george-adamski-contactado/
Otro sitio (ovniweb) explica como Adamski describió aquella experiencia con Orthon “Era un hombre de cabellos largos y dorados -dijo-, vestido con un conjunto oscuro, semejante a un traje de esquiador sin costuras. Llevaba botas cortas que dejaban en el suelo extrañas huellas. Su rostro de rara belleza, casi femenino, reflejaba intenso amor y sabiduría. Sus ojos eran azules y almendrados y los pómulos algo salientes. Debía de medir aproximadamente 1,80 metros y pesaría alrededor de 60 kilos. Nos comunicamos por medio de gestos e inducción mental. El desconocido trazó varios círculos en el suelo -las órbitas de los planetas-, por lo que creí entender que provenía de Venus, al indicarme la órbita correspondiente al segundo planeta y luego señalarse asimismo”.
Adamski tuvo la impresión de que ellos se hallaban preocupados por las experiencias atómicas de la Tierra… El venusino hablaba de vez en cuando en una lengua muy parecida al chino, y, a pesar de su insistencia, se negó a ser fotografiado. Al intentar aproximarse al "platillo", posado algunos metros más adelante, experimentó un poderoso tirón en el brazo izquierdo. Entonces el extraño señaló las marcas que su calzado dejaba en el suelo, como si estas fuesen algo importante. Después el doctor Williamson saco vaciados en yeso de aquellas huellas”.
Sobre la nave dijo “El objeto era un artefacto más semejante a una campana que a un disco propiamente dicho. Parecía construido con un material brillante, translúcido, pero diferente al vidrio. Reflejaba los rayos como un brillante ahumado y se hallaba flotando a unos 50 centímetros del suelo. La cúpula era oscura y estaba coronada por una semiesfera que aparece en las fotos, tiene una cierta forma de anilla. "Las portillas- expresó Adamski- eran de un material bastante transparente y llegué a ver otro hermoso semblante a través de una de ellas, muy parecido a mí interlocutor. Este me advirtió que no me aproximase mucho al aparato. Yo desobedecí y cuando acerqué más el hombro derecho hacia la superficie del disco, mi brazo fue lanzado contra mi cuerpo con terrible fuerza”.
Adamski le preguntó si podría entrar en la nave, y el extranjero le hizo comprender que algún día eso sería posible. Además, y siempre con mucha dificultad, el hombre de Venus contestó a las numerosas preguntas de Adamski. Afirmó que hay humanidades en todos los planetas, y que la forma humana es universal, aunque con diferencia de estatura, complexión, estado de materia y razas. "Ha habido -dijo el venusino- muchos aterrizajes anteriores de gente de otros mundos y habrá muchos más."
Cuando el disco se elevó, el privilegiado protagonista notó que dos anillos de la parte inferior se movían en una dirección, mientras otros dos giraban en sentido contrario. Observó además que, bajo el aparato estaba dispuesto, como tren de aterrizaje un trípode constituido por tres esferas metálicas. Luego el objeto ascendió lentamente y se fue perdiendo en el espacio.
La misma fuente añade, “si, el contacto con un extraterrestre se había producido. Cuando se alejó la nave, debieron pasar varios minutos hasta salir de su asombro. Adamski quedó sorprendido, anonadado, una vez que reaccionó, regresó al campamento -16 kilómetros de Parker, Arizona-, donde lo aguardaban sus amigos. Junto con ellos denunció lo acontecido a las autoridades y la prensa. De inmediato ratificaron su versión ante escribano público, desatando una ola de rechazo e incredulidad en el mundo entero. Las autoridades no se molestaron siquiera en desmentir el presunto suceso, y los servicios de seguridad escucharon el relato con evidente resignación. Sin embargo, la historia de este hombre singular, burlado por las autoridades, tuvo nuevas derivaciones”.
El mismo sitio explica que “Tiempo después, la historia de Adamski adquirió ribetes que la tornaron decididamente inverosímil. El "contact-men" afirmó haber tenido contactos -nueve en total- con seres alienígenas, e incluso relató cómo fue transportado dos veces al espacio exterior por sus amigos extraterrestres. A comienzos de 1959 se produjo un escándalo en Holanda, cuando la reina Juliana, entusiasta de los "platillos volantes", le concedió una audiencia especial para escuchar sus relatos. A la misma asistieron el príncipe Bernardo y dos asesores científicos, que acosaron al supuesto viajero con preguntas técnicas que no pudo contestar. Los ecos de la desusada entrevista llegaron al Parlamento y el confundido profeta debió abandonar el país. Pero la estrella de Adamski no se había eclipsado totalmente.
También dice que “de viaje a Dinamarca, en 1963, invitado por el mayor H. C. Petersen, de la Real Fuerza Aérea Danesa, un supuesto ser extraterrestre le habría entregado un paquete sellado con destino al papa Juan XXIII. Adamski obró de acuerdo a las instrucciones. Días después ante su sorpresa fue citado por el Santo Padre y recibió de sus manos en señal de agradecimiento, la medalla del Vaticano. Por otra parte, y esto no deja de ser sorprendente, a su muerte fue inhumado en el cementerio de Arlington, por cuenta del Estado norteamericano. Al respecto nadie ha podido discernir cuales fueron los actos relevantes efectuados en vida por George Adamski para merecer ese póstumo reconocimiento. Sin embargo, no cabe duda de que estos dos actos no alcanzaron a retribuir el trabajo perseverante y estudioso que llevó a cabo. De todas maneras, es el reconocimiento al investigador, también maestro de escuelas de adultos, que conmovió la opinión mundial en su encuentro con un ser extraterrestre”. http://ovniweb.freeservers.com/Adamski.html
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