Por Carlos Vilchez Navamuel
La historia que describiremos aquí es extraordinaria, lo haremos en tres partes para que sea mejor comprendida, a continuación haremos una pequeña introducción del contacto, en el segundo escrito comentaremos el primer encuentro físico con extraterrestres y en el tercero su segundo encuentro que tuvo una duración de 26 horas, los lectores podrán creer o rechazar su historia, ese es su derecho, sin embargo, pensamos que no es un asunto de creer o no, es cuestión de informarse y de investigar.
Conocimos al Ing. Enrique Castillo Rincón en el año 1976 cuando vino a Costa Rica a dar unas charlas y cursos, ¿Un ingeniero de comunicaciones, experto en centrales telefónicas hablando de sus contactos con extraterrestres? La invitación resultaba muy interesante para aquellos dos investigadores (mí hermano Ricardo y yo) que se iniciaban en el estudio de este tema en Costa Rica.
Castillo Rincón nació en Costa Rica el, 24 de agosto de 1930 y murió en Colombia el, 16 de setiembre de 2013, se casó 3 veces y tuvo 13 hijos, sus padres eran colombianos, eso le permitió tener dos nacionalidades lo que le facilitó vivir en ambos países. Por su trabajo viajó bastante y en algún momento vivió en Brasil y muchos años en Venezuela.
Su extraordinaria experiencia física y telepática con extraterrestres sucedió en Colombia y Venezuela, entre los años 1973 y 1976 cuando tuvo contacto con seres extraterrestres durante más de dos años y seis meses en cinco encuentros físicos que suman más de 130 horas y 240 horas recibiendo mensajes telepáticos, sin olvidarnos de comentar que fue partícipe de diferentes avistamientos de OVNIS, antes de tener contacto físico con ellos.
Su primera experiencia con OVNIS ocurrió en el Volcán Irazú, el domingo 17 de marzo de 1963, junto a dos compañeros de trabajo que laboraban en esas fechas en el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), luego tendría algunas otras experiencias en Colombia, Brasil y Venezuela relacionadas con los OVNIS.
Este avistamiento resultó el detonante para que Castillo se interesara en el fenómeno OVNI, las tres personas se encontraban ahí por la gran actividad que tenía ese volcán en esas fechas, grandes erupciones de cenizas cubrieron en algunos momentos todo el país.
El hecho ocurrió a eso de las 5,45 pm de la tarde, Enrique y sus compañeros vieron dos objetos de color naranja en forma de dos platillos invertidos, uno de ellos caía del cielo cual si fuera una hoja, de pronto cambió su color a un tono plomizo, el objeto estaba a unos 60 metros de distancia y a unos 4 metros de altura, los testigos sintieron picazón en su cuerpo, de la cúpula del objeto salió una especie de periscopio, pasaron unos minutos el periscopio de nuevo se introdujo y la nave desapareció a gran velocidad, este avistamiento había durado más o menos unos 7 minutos.
Luego, todos los testigos de este extraño suceso sintieron algunos mareos y vómitos, temían haber sido expuestos a la radiación y se fueron a un hospital de San José para ser examinados, no detectaron nada anormal y pronto se recuperaron.
Las tres personas que participaron en este avistamiento juraron no revelar sus nombres y, solo el ingeniero Castillo dio a conocer esta experiencia, lo que él nunca se imaginaría, era lo que el destino le tenía reservado como veremos en los próximos escritos.
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