viernes, 22 de febrero de 2019

Enrique Castillo Rincón, un contacto con Ets extraordinario (2)

Por Carlos Vilchez Navamuel 


Como lo mencionamos anteriormente, en este escrito comentaremos cómo sucedió el primer encuentro físico que experimentó Enrique Castillo Rincón con extraterrestres, no sin antes abordar brevemente otras experiencias importantes que experimentó el señor Castillo con el fenómeno OVNI después de su avistamiento en el Volcán Irazú, en Costa Rica en 1963.

Tomen nota que una cosa es un avistamiento y otra los contactos físicos con extraterrestres, el segundo avistamiento importante que tuvo Enrique se dio en Brasil en el año 1968, viajaba por la carretera transamazónica, la más solitaria del planeta y, un objeto esférico de unos 10 metros de diámetro lo siguió por unos 90 kilómetros, otras personas que viajaban por esa vía también pudieron observar dicho objeto, terminado su trabajo en ese país regresó a Colombia y luego se fue a Venezuela.

Una vez establecido en Caracas, un domingo de mayo de 1969 a la entrada de un cine conoció a un hombre joven de nombre Ciryl Weiss (recuerden este nombre) que afirmaba ser suizo dedicado a vender productos de tocador para hombres y de quien pensó era un Elder, es decir un misionero mormón, esta amistad dura unos tres meses y comparten algunas cosas como escuchar música clásica. Para esa fecha Enrique se ve obligado a regresar a Colombia pues su madre estaba enferma y muere en octubre, allí permanece un par de meses y luego regresa a Venezuela, su amigo Ciryl ya había dejado ese país.  

Para el primer semestre de 1973 Castillo se encuentra de nuevo en Colombia, allí hace contacto con una mujer mexicana de nombre Karen que venía de Argentina, su propósito era impartir charlas y afirmaba saber cómo contactar con extraterrestres por medio de ciertos ejercicios y meditaciones, algo así como lo que hacen en sesiones de espiritismo y canalizaciones y quería contactarse con el ingeniero Enrique Castillo Rincón, luego de varios intentos logran reunirse y lo convence para que participe en estas reuniones de tipo mediúnico formados por varios grupos.

Pasado algún tiempo y después de varias reuniones y algunas “comunicaciones” de este tipo, el 12 de octubre de 1973 Enrique recibe su primera comunicación “telepática” o por alguna tecnología desconocida y le hacen saber que existen varios extraterrestres en la Tierra, le hablan de una posible tercera guerra mundial, un día después, el 13 de octubre supuestamente se conecta con seres de las Pléyades, allí escucha una voz que le dice entre otras cosas “SOMOS EMISARIOS DE LAS PLÉYADES, LOS MISMOS QUE LES DIMOS INSTRUCCIONES Y CONOCIMIENTOS A LOS INCAS Y A OTRAS RAZAS” y qué “EL ERA SELECCIONADO EN COLOMBIA PARA TENER CONTACTO FÍSICO”.

Luego de algunas sesiones y mensajes recibidos, preparan a Enrique para su primer encuentro físico con extraterrestres, sucedió el 3 de noviembre de 1973 a unos 90 kilómetros de Bogotá cerca de una gran laguna cuyo nombre nunca reveló, 4 días antes del encuentro Enrique recibe una especie de rostros que le mostraban una laguna rodeada de bosques y montañas, y le dieron las coordenadas exactas donde se realizaría dicha experiencia.  

La hora de la cita era a las 8 pm, una vez en el lugar acordado y encontrada una pequeña esfera metálica del tamaño de una pelota de golf  que le habían indicado buscar, esperó con la mirada fija en el espacio, de pronto Enrique sintió que el tiempo se detuvo, toda la zona quedó iluminada, escuchó un ruido estremecedor y para mayor sorpresa vio dos naves chorreando agua a unos 200 metros encima de su cabeza, medían cerca de 40 o 45 metros de diámetro y entre 12 y 15 metros de altura y sintió que la temperatura había aumentado, luego la luz se fue reduciendo, las naves se acercaron y se detuvieron a unos 100 metros de donde se encontraba Castillo, una de ellas se acercó aún más, a unos 60 metros y proyectó dos haces de luz anaranjado por donde se deslizaron dos seres, una vez en el suelo ya no los vio más pero si sintió que se acercaban caminando, a unos 10 metros vio una luminosidad y vio a estos seres que llevaban una especie de traje color gris plomo, no brillaban y tenían unas botas color naranja, una escafandra con visor que les dejaba ver los ojos, los seres se situaron a 4 metros uno de otro, Enrique sintió una voz que le decía “Enrique no tengas miedo, somos incapaces de hacerte daño” y le dicen que el encuentro es vital.

Luego de dudar algunos instantes y haciendo un esfuerzo para controlar sus emociones Enrique accede y los seres de unos 1,80 metros aproximadamente de altura lo invitan a caminar con ellos, de pronto le dicen que se quedé quieto y que lo van a subir a bordo de la nave, del aparato salió un rayo de luz que lo rodeo a un metro alrededor, vio como los terrones de tierra, pequeñas piedras y las hojas saltaban al contacto con la luz, contó haber sentido un ligero hormigueo y de pronto se desprendió del piso y lentamente fue ascendiendo, explicó que al rebasar los árboles pudo ver la laguna, en algún momento sitió miedo, movió la mano derecha y sintió que la luz era sólida como si fuera vidrio, al acercarse a la nave vio abrirse una compuerta y el rayo lo depositó con suavidad sobre el piso de la nave.

Allí pudo respirar sin ningún problema, el aire era puro, nadie lo recibió, la sala tenía forma hexagonal, había luz y no sabía de donde salía, no había lámparas y al caminar se dio cuenta que no producía ninguna sombra, de repente escucha una voz que le dice que debe de quitarse la ropa, después de algunas vacilaciones lo hace y una especie de humo sale de abajo entre la pared y el piso, era de color azul y tenía un olor a lima o limón, segundos después desapareció y volvió a ponerse su ropa, luego se abre una puerta y uno d estos seres lo saludó y le presentó al otro de nombre Khrunula, luego el otro le dice: yo soy Ciryl, Enrique, Ciryl Weiss tú amigo de aquél entonces en Caracas en 1969, allí le pidieron la esfera, luego entraron a una amplia sala donde habían seres sentados, dos de ellos vestían un traje color miel quemada y los otros dos de color plateado, Ciryl, le explicó que él era uno de los tripulantes de la nave y que su verdadero nombre era Krisnamerck y era extraterrestre, según nos cuenta Enrique en su libro La Gran Alborada Humana, sus facciones estaban un poco cambiadas, pómulos más salientes, la boca más delgada, su dentadura perfecta, nariz muy recta, ojos ligeramente asiáticos de color azul profundo y su cabello amarillo largo le llegaba a los hombres.

Todos los seres se parecían mucho, le presentaron a Krhamier, Krensa, Cramacan y Krhunula, el comandante. La conversación entre ellos comenzó con la pregunta ¿De dónde venían? Allí le explicaron muchas cosas entre ellas que era necesario modificar la teoría de la relatividad al menos 3 veces y que los humanos tendrían que hacer una corrección con respecto a la velocidad de la luz porque está cerca de 400.000 K/S y no como piensan 300.000K/S. 

Sí, lo sabemos, el relato apenas empezó, esperamos que el lector comprenda que no podemos extendernos en los detalles, para eso están sus libros, aquellos que quieran conocer más sobre esta experiencia deben de indagar, estudiar e investigar por sus propios medios, nosotros solo deseamos despertarles la curiosidad. 

1 comentario:

  1. Compartido, excelente artículo salu2 y muchas gracias.
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